¿Quién manda en España?
(Una vez escrito este blog, descubro otro con el mismo título de la Fundación Civio y con un objetivo más ambicioso, descubrir las relaciones de poder. Por eso he cambiado el título por el de "El Poder Político real", con la advertencia que poco o nada tiene que ver el Rey en este poder. que se encuentra en la realidad)
Hay que reconocer el esfuerzo que unos y otros hicieron hasta lograr una Constitución imperfecta pero útil, excesivamente rígida pero con un importante desarrollo jurisprudencial, parlamentaria pero con un poder ejecutivo muy fuerte y, así podríamos seguir matizando los rasgos claro-oscuros de esta norma fundamental que nos ha permitido vivir en progreso y paz.
Varias son las claves que esta norma contiene. Quizás la primera pregunta que podamos hacernos es quién tiene en realidad el poder en España.
En principio el párrafo 3º del artículo 1º de la Constitución española encontramos un claro pronunciamiento sobre la forma política del Estado Español: "La forma política del Estado Español es la Monarquía parlamentaria"
Dicha caracterización de España parece apuntar a las instituciones más sobresalientes, con más peso específico dentro de nuestra organización política o, al menos, más características del sistema político español. En realidad no es así. La forma política del Estado español no tiene a la institución Monárquica ni a la institución parlamentaria como las más importantes. El Rey solo tiene una cierta función de mediación carente de una auténtica fuerza real. Las Cortes Españolas tal y como dice el artículo 66.1 de la CE "representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y Senado", sus competencias establecidas en el párrafo 2 del citado artículo 66 se resumen en que "ejercen la potestad legislativa, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución". Puede afirmarse una “preeminencia teórica sobre los demás poderes del Estado”(1), al menos teórica, pero no real.
Pese a tales competencias en la práctica las Cortes Generales no son el órgano con mayor peso dentro del sistema político español. Ello se debe fundamentalmente a tres razones.
* En primer lugar por el papel que desempeñan los partidos políticos como "correa de transmisión" entre las propias cámaras y un poder ejecutivo más dinámico, dotado con una serie importante de prerrogativas.
* En segundo lugar, por la necesidad de actuar con eficacia lo que "supone un aumento considerable de la posición constitucional del Ejecutivo en relación con la actividad parlamentaria"(2).
* Como tercera razón debemos apuntar a una cuestión histórica: cuando se discute la Constitución Española se tiene como referentes la inestabilidad política italiana y la multitud de partidos y asociaciones políticas que en nuestro país aparecieron con la reforma política. Por ello, al redactarse la Constitución se introdujeron una serie de cautelas destinadas a lograr la estabilidad del Gobierno que se traducen en instrumentos que permiten apuntar a una preeminencia real de Ejecutivo sobre los otros poderes del Estado.
Dentro del Gobierno, es el Presidente el que designa y cesa a sus miembros, puede imponer su criterio frente al resto de los integrantes del Consejo de Ministros y, en definitiva es la cabeza visible y sobre el que recaen toda la responsabilidad política, exigible mediante una moción de censura.
Todo esto nos indica que en España quien realmente manda es el Presidente del Gobierno. Eso siempre que tenga una mayoría suficiente en Las Cortes -no necesite los votos de los partidos nacionalistas- y su partido esté unido – vamos que los barones regionales no se le suban a las barbas.
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NOTAS:
(1) APARICIO, Miguel A.: Introducción al sistema político y constitucional español. Ariel Barcelona, 1993. P. 115
(2) ALVAREZ CONDE, Enrique: El régimen político español. Tecnos. Madrid, 1983. P.106
14 comentarios:
La publicación del blog “¿Quién manda en España?” es una pregunta que se la realizan muchos españoles en tiempos de crisis, cuya respuesta es el poder político y el económico. Sin embargo, esta pregunta se queda en una respuesta y no nos cuestionamos el porqué de todo ello. A lo largo de esta publicación se desarrolla la respuesta a esta pregunta, basándose en artículos constitucionales e hitos históricos. Coincidiendo con lo expuesto, he de añadir que la estricta división de poderes que Montesquieu formulo para evitar la concentración de poder en una sola mano no se da. Esto es así, porque el poder legislativo y el ejecutivo (además, del cuestionamiento del judicial) no es independiente porque tiene competencias dependientes. Todo ello puede ir a más, cuando un partido obtiene la mayoría absoluta en el Parlamento mandando y ejerciendo el monopolio del poder ejecutivo y legislativo. Por el otro lado, el poder económico con un enorme mandato va a condicionar al poder político que se alía con el poder económico para poder conducir el sistema en beneficio de ambos poderes, los cuales gobiernan en España.
De acuerdo con las ideas expuestas en el Blog, esta tendencia hacia el presidencialismo es una de las consecuencias del diseño político-institucional del Estado que se llevó a cabo con la elaboración de la Constitución de 1978. En una época de transición, la estructura del Estado se configuró con la idea de estabilidad política y social, y por ende, se utilizaron todos los mecanismos institucionales y jurídicos para su consecución. Todo ello, fomentando de forma indirecta el poder del ejecutivo sobre los demás poderes.
Desde la forma del sistema electoral, (Preeminencia del líder, listas bloqueadas y cerradas, sistemas proporcionales que favorecen a grandes partidos, barreras electorales…); las características del sistema de control de las Cortes, donde la puesta en marcha de la moción de censura ya implica en sí misma obstáculos al cese del Presidente, como la necesidad de proponer un candidato a la presidencia, y la aprobación de su posterior cuestión de confianza en el Parlamento. Además, también hay otros factores que incrementan el estatus del ejecutivo, cómo la posibilidad de realizar normas con rango de Ley (Con su posterior aprobación en el Parlamento), o las fuertes competencias que tiene el Presidente en cuanto a la formación de su Gobierno, como ya mencionó el Profesor Manuel Sánchez de Diego.
Todo ello, ha conformado un sistema cuasi-presidencialista, donde la cuestión que a mí se me plantea es si esta tendencia será positiva (Gobernanza, Buen Liderazgo y Estabilidad como pensaron los padres de la Constitución) o negativa (Acumulación de poder y desmantelamiento del sistema democrático) a largo plazo para nuestro país, y en caso contrario, que alternativas podemos poner en marcha para contrarrestar el exceso de poder en determinados actores de sistema.
Eva Martín
Efectivamente el poder reside en el presidente, pero de qué país, de España o de Alemania quizá.
El concepto tradicional de soberanía se encuentra en entredicho en un mundo globalizado donde los organismos supranacionales y los poderes económicos son los que en definitiva toman las decisiones. La democracia se encuentra en entredicho también ya que los representantes que el pueblo elige tienen un poder de decisión cada día más limitado.
Ángela Cea Sánchez
En la actualidad, la Soberanía Nacional que reside en pueblo español y que se ejerce por los representantes políticos, en España está entre dicho, porque en determinadas cuestiones la capacidad de decidir en última instancia no depende del gobierno que nos representa, sino de un poder supranacional.
Por otro lado, en un mundo globalizado donde existen grupos de presión capaces de crear crisis de gobernabilidad, no se puede invisibilizar a estos grupos que configuran constantemente el poder.
En base a la Constitución Española, el poder del Rey es un poder simbólico. Además la CE hace una división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que contribuye a que haya unos equilibrios del poder,
En cuanto al poder Ejecutivo, se resiente en gran medida cuando en las elecciones no obtiene una mayoría suficiente y necesita coaligarse con otros grupos políticos para formar gobierno.
Por todo ello, creo que en España el poder es difuso.
Habría que hacer una diferencia entre el poder real, que ejerce el partido político que preside el país, y la mera función de embajador que alberga el monarca actualmente.
Es cierto que el poder reside en el presidente del gobierno, pero desde que comenzó esta crisis en España, habría que preguntarse: ¿quién manda en España?,¿el presidente del gobierno o Angela Merkel?, ya que parece que todas las medidas que se están llevando a cabo, están en cierta medida influenciadas por el exterior, cada vez nos exigen mas desde Europa. Parece que el presidente del gobierno nada más que es una marioneta que atiende a las ordenes del marionetista. Así que la conclusión es que tal vez en el pasado si que habría una superioridad del gobierno sobre otras instituciones, pero en este mundo globalizado España se ve cada vez mas influenciada por el exterior, distorsionando el papel del presidente del gobierno.
Efectivamente cuando ingresamos en la Unión Europea obtuvimos muchos beneficios pero fuimos muy ingenuos al no pensar que nadie da “duros a pesetas”. Desde Europa hubo una intromisión hacia las políticas de la mayoría de los Estados miembros que nos ha obligado a asumir nuestra falta de soberanía en multitud de asuntos importantes a la hora de tomar decisiones. Ese desequilibrio de fuerzas lo ha aprovechado Alemania para imponer sus propios postulados por encima de los demás.
Sin embargo no podemos olvidar que desde muchas instituciones europeas ya nos advertían del poder que ejercían algunos sectores como la banca en la economía española auspiciada por los propios políticos convertidos posteriormente en grandes empresarios engordando sus cuentas de resultados y robando a los ciudadanos con sus chanchullos financiero-hipotecarios. Todo ello por supuesto con la entusiasta bendición del complaciente Estado.
Siempre nos quedará la justicia que parece que, aunque jueces, también son ciudadanos y la conciencia no les permita dejar pasar los atropellos que está sufriendo la sociedad, pero cuando queramos ver el resultado de las sentencias quizá haya pasado tanto tiempo que nos habremos olvidado del tema y volvamos a recuperarnos de esta crisis y para entonces ya no nos preocupe el resultado porque cada uno volverá a pensar en lo suyo.
Aunque, en la actualidad, como dice la C.E 1978, en su artículo 1.2 “la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan todos los poderes del Estado”, vivimos con la sensación de ser gobernados por otros. Poderosas presiones exteriores –desde la dudosa autoridad de los mercados hasta el creciente intrusismo de la comunidad internacional, pasando por los actuales desequilibrios de la Unión Europea que han instaurado una hegemonía alemana o el simple hecho de la afectación, el contagio y mucha exposición que forman parte de nuestra condición global- parecen convertir el ideal de autogobierno democrático en una promesa que las actuales condiciones no permiten cumplir.;
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Al igual que en el resto del mundo, en España mandan los poderes económicos, los cuales residen en las juntas directivas de las principales grandes empresas: Inditex, Telefónica, Repsol, Iberdrola... Son los encargados de fijar las etapas de gobierno, colocar a los dirigentes y decidir el calendario u hoja de ruta del país. Tras este primer grupo de poder también ejercen influencia la clase política, los deportistas y los encargados de dirigir los medios de comunicación. Dentro de toda esta masa que puede rondar en torno al 5 - 10 % de la población nos encontramos que la mayoría pertenecen a alguna de estas 2 organizaciones: masones y opus. Cómo último aspecto a comentar; el nivel económico de quienes ejercen poder se puede dividir en 3 clases: clase baja (con un patrimonio que oscila entre los 2-3 millones e euros y los 10), clase media (patrimonio entre 10 y 40-50 millones) y clase alta (patrimonio mayor que la clase media) los cuales gozan de bastantes capacidades de decisión que no voy a ponerme a comentar ahora.
Good
Banqueros de Europa ganan más money. People sufer crisis . ellos son los que mandan.
Un artículo muy interesante para reflexionar sobre ¿Quien manda en España? Bajo esa frase resabidilla por todos como si del estribillo de moda se tratara, la Monarquía parlamentaría, parece no intrigar a muchos más a averiguar que hay bajo sus faldas. El poder real reside en el Presidente del Gobierno y su equipo de gobierno, elegido por los ciudadanos cada cuatro años. Por lo que sería lo suyo pensar que el verdadero poder lo tiene el pueblo. Un pensamiento muy idílico porque en ocasiones siento más cercana aquella otra frase del Despotismo Ilustrado, todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Los políticos parecen más preocupados de las guerras internas, las luchas entre partidos, los acuerdos con compañías privadas que de gobernar realmente y centrarse por los ciudadanos.
El Presidente del Gobierno tiene una gran responsabilidad y un gran peso a sus espaldas pero no se si las decisiones que han tomado algunos a lo largo de la historia han sido porque creían que de verdad eran las mejores, por presiones de grupos de poder en sus partidos o grupos de presión fuera de él. ¿Hasta que punto son libres para mandar como desean?
ALEXANDRA BENITO MULAS
Estructura Constitucional del Estado en España Grupo R
Después de leer este análisis del Prof. Manuel Sánchez de Diego en el que se reflejan las justificaciones jurídicas y constitucionales de quién manda en España, podemos llegar a una conclusión que se aleja bastante de la base de 1978 en su Constitución.
Considero, que a día de hoy, y respaldándome en los últimos acontecimientos políticos, si bien es cierto que los grupos Parlamentarios y del Senado están formados por una elección ciudadana, son los propios miembros de las cámaras los que controlan realmente los sucesos en España. Aunque existen formas democráticas de llevar a cabo actos como mociones de censura, dimisiones "forzosas" o intervenciones a partidos, en el fondo la representación democrática (que se realiza a lista cerrada en el parlamento) una vez pasadas las elecciones dejan de tener efectividad. No existe garantía de que aquello que elegimos como parte de la ciudadanía se cumpla de forma estricta, y por lo general, mientras existan casos de corrupción y elecciones en periodos de 2 años el poder quedará en manos de aquellos políticos con más influencia en su partido, intereses personales y algo de populismo.
PAU CASTRO SÁNCHEZ (2ºC)
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