Pensando en voz alta
Cortinas de humo en la huelga del transporte
Manuel Sánchez de Diego Fdez. de la Riva
Esta huelga del transporte nos ha permitido conocer que hay una Ministra de Transportes que completa el título con Movilidad y Agenda Urbana. Se trata de una política catalana del Partido Socialista de Cataluña con un currículum monocolor en cargos políticos y, sin experiencia en la vida real de la economía. Vamos que no ha trabajado en nada que no sea la política.
Ella es quien en primera instancia debe afrontar las reclamaciones de los huelguistas, de los camioneros del volante, que manifiestan que con el precio actual del gasóleo no salen las cuentas. Un buen responsable político analizaría y actuaría sobre los ingresos de los camioneros, eliminando intermediarios, proporcionando asistencia técnica para las contrataciones, ofreciendo mejorar las condiciones de los transportistas que en tiempos del COVID hicieron un magnífico trabajo… y, por supuesto sobre los costes, esencialmente del gasóleo. Algunos países europeos ya lo han hecho.
El incremento del precio del petróleo ha supuesto un aumento en la recaudación del Estado vía impuestos de los carburantes. Los impuestos suponen el 45,5% en un litro de gasolina y el 41,3% en el gasoil. Cuanto más suben, más dinero recauda el Estado y, cuanto más se tarde en disminuir los impuestos de los combustibles, más dinero en las arcas públicas y, más problemas para quienes necesitan utilizar su vehículo.
El Presidente del Gobierno de España se está paseando por el mundo europeo para recabar apoyos que permitan modificar la normativa europea que regulan el precio de la electricidad, aunque a la vista de lo que están haciendo otros países, como Italia, Francia o Portugal, por señalar a los más próximos, hay fórmulas que sin violentar las normas europeas permiten reducir el coste en el llenado de un depósito y de la factura de la luz. Nuestro Presidente debería estar aquí, escuchando a los transportistas en huelga y adoptando soluciones.
De nuevo nos encontramos con más política de comunicación que de gestión. Tildar de extrema derecha a los transportistas en huelga; de ser una minoría con la que no hay que negociar nada; decir que son autónomos y, por tanto, no son trabajadores, por lo que no es una huelga, es un paro patronal; que son radicales; que sus piquetes son violentos… Estas y otras manifestaciones son las que desde el Gobierno y sus adláteres tratan de poner a la opinión pública en contra de los huelguistas. Sin embargo, ganaderos y agricultores ya han manifestado que pese a que la huelga les perjudica, apoyan a los transportistas. Ellos también se encuentran con una galopante subida de los costes de producción: piensos, gasóleo, electricidad… y, tampoco salen las cuentas.
Algunos estantes vacíos en los supermercados o la suspensión de algunas actividades productivas por falta de materia, nos indican que ni son tan pocos –se estima que más del 50% de los transportistas se encuentran el huelga-, ni están dispuestos a dejarse torear, pese a que no secundan la huelga, ni los sindicatos de clase (UGT y CCOO) ni el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) que en teoría representa a este sector ante las Administraciones.
Los españolitos de a pie seguimos sin entender el por qué no se recibe a la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera. Quizás porque es mejor para el Gobierno hablar con un dócil Comité Nacional de Transportes que a la vista de lo que está ocurriendo no representa a gran parte de los transportistas. Esto debería cambiar.
Hay algo que sí que debe cambiar en la mentalidad de los políticos y servidores públicos: las instituciones están para servir a los ciudadanos, para solucionar sus problemas, no para crear más problemas. Y, señora ministra, con su actitud está aumentando la crispación, el desabastecimiento y el enfado –por utilizar una palabra suave- de todos los españoles.
5 comentarios:
En total acuerdo con Manuel Sánchez de Diego Fernández de la Riva pienso que el papel de los transportistas está bastante infravalorado. Se asemeja mucho con el sanitario, por ejemplo, nos percatamos de su importancia solo en situaciones extremas como lo fue la pandemia en sus comienzos y ahora con la escasez de alimentos en los supermercados y nos vemos limitados en cierta forma. Sin embargo, a pesar del descontento social no se nos ha tenido en cuenta y el sector del transporte ha tenido que iniciar una huelga para dar la cara por todos. Aunque el precio el gasoil ha sido el punto de inflexión, este problema viene de tiempo atrás ya que lo reclamado ha sido ignorado sistemáticamente por todos los Gobiernos anteriores. Por lo tanto, si solamente existiese el problema de la gasolina, con los 500 millones de euros que dio la Ministra de Transporte a la Patronal se hubiese solucionado el problema.
Sin embargo, a pesar de pensar que el Presidente del Gobierno pudiese gestionar todo lo que está pasando de distinta manera, no pienso que sus esfuerzos sean en vano. Por ejemplo, hoy en el periódico El País en la sección Internacional anunciaban que Pedro Sánchez lograba su objetivo; la UE permite separar los precios de la energía y el gas que eran uno de los principales problemas que también nos estaban afectando a todos. No obstante, no es correcto no exigirles a presidentes autonómicos que asuman responsabilidades como por ejemplo la de Sanidad, pero exigirle al Presidente del Gobierno que acepte el cargo sobre el ministerio en el que ha delegado, es decir, el transporte.
Estoy bastante de acuerdo con Manuel Sánchez de Diego.
Al igual que él, considero que el trabajo que está realizando la ministra de transportes es completamente insuficiente, y además es algo evidente que carece de una buena experiencia para poder ayudar a los transportistas en este sentido. De hecho en la madrugada del viernes, esta se reunió con la plataforma de transportistas que inició la huelga y aun que la ministra dijo que suavizó el enfado de estos, los transportistas mantienen los paros tras esta reunión
También comparto la idea de que nuestro presidente del Gobierno debe seguir el camino de nuestros países vecinos, y he leído en El País, que realmente lo está haciendo por que las medidas que se han tomado como por ejemplo; "subvencionar con 20 céntimos de cada litro de gasóleo" es un calco de una medida en Francia.
En general creo que se deben seguir las medidas que permitan que estos transportistas obtengan una ayuda más rápida, directa y sobre todo, eficaz, y no minimizar la protesta con comentarios como que los paros son "ultraviolentos".
Esta situación se trata de un paro patronal porque la realizan los jefes de empresa. Por eso gran parte de los trabajadores (asalariados de un patrón) no apoyan una huelga, porque creen que la Plataforma convocante no apoya sus demandas. No obstante, ambas (el paro patronal y la huelga de trabajadores) son derechos y actos que se llevan a cabo para pedir determinadas medidas. La razón por la que el Gobierno se reúne con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y no con la Plataforma para la Defesa del Transporte de Carretera no se entiende. No se entiende porque el Comité está integrado por grandes empresas mientras que la Plataforma es apoyada por gran cantidad de autónomos. El Gobierno debería saber que se tiene que reunir y escuchar a todos. Por si no lo recuerdan, están al servicio del pueblo.
Ahora apoyarán una rebaja de los impuestos que graban los hidrocarburos. Pero esto es una ayuda a corto plazo. Se debe apostar por energías renovables, una medida para reducir la huella de contaminación y que en un futuro será más rentable y acabará con los problemas del precio de la luz y los combustibles.
Por último, la estrategia de tachar a los convocantes del paro de extrema derecha me parece una sucia jugada. Puede que la extrema derecha use esta situación para calentar los ánimos. Pero en primer lugar, no existe prueba alguna de una conexión entre la extrema derecha y la Plataforma. Y en segundo, creo que nos va a salir caro tachar cosas así como fascistas. Cuando el fascismo de verdad llegue, no se lo van a creer.
- Miriam
Completamente de acuerdo contigo, Diego.
Parece que vivimos en una 'performance' constante, llena de cortinas de humo, desinformación, polarización política, buenos y malos... Hemos perdido el foco a la par que perdíamos la capacidad de escucha, la honestidad y la empatía. Y el foco de nuestros políticos debe ser blindar los derechos y garantías de las personas y para ello, deben escuchar qué necesita el pueblo. Y para que exista confianza, debe haber transparencia.
No parece tan difícil. Pero llega el momento de poner estos valores en práctica y nos vuelven a defraudar. Si la huelga de transportes está organizada por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, ¿por qué el Ejecutivo solo admitió cómo interlocutor válido al Comité Nacional de Transportes, cuando ni si quiera la plataforma que ha convocado la huelga está representada por este? Carece de sentido si lo que se pretende es escuchar, entender y tratar de solventar los problemas que se encuentran los medianos y pequeños transportistas que estos días han llenado las calles. En cambio, tiene todo el sentido si se entiende el CNTC como un interlocutor afín, una rama política del gobierno de turno.
Otro absurdo más a la lista en este circo de apariencias, en esta política de conveniencia y no de transparencia. Y para colmo, desde el propio gobierno acusan a los convocantes del paro de "apoyar el juego de la ultraderecha" (los malos para ellos) y la ultraderecha se aprovecha de la inestabilidad de la gente para sembrar odio con un culpable claro: el gobierno de izquierdas (los malos para estos).
Por favor, ¿pueden dejar ya de enfrentarnos como sociedad y de enfrentase entre ellos y trabajar JUNTOS para garantizar el bienestar de los ciudadanos? Ese es su trabajo, ese es su foco. Más transparencia y menos títeres. Gánense de una vez el respeto de quienes les pagan sus vicios.
- Marta Pastor
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